Tres muertos en el ataque a tiros contra una clínica abortista en EE UU
Nueve personas han resultado heridas de bala, cinco de ellas agentes de policía
El sospechoso resistió más de cinco horas atrincherado en el centro médico
Un agente de policía y dos civiles han fallecido este viernes a consecuencia de los disparos recibidos durante el asalto a tiros de un centro de planificación familiar en Colorado Springs, al sur de Colorado, Estados Unidos. Otras nueve personas, cinco de ellas policías, fueron heridas de bala y se encuentra fuera de peligro. El agresor, un solo hombre de raza blanca, se mantuvo atrincherado en el interior durante más de cinco horas y disparó contra la policía. El alcalde de Colorado Springs, John Suthers, informó a las cinco de la tarde locales de que el sospechoso había sido detenido. Hasta dos horas después no hubo confirmación de las muertes. El ataque fue contra una clínica del grupo Planned Parenthood, una organización denostada constantemente por el Partido Republicano en su campaña contra el aborto.
Los primeros disparos se escucharon a las 11.30 de la mañana. Un hombre entró con un arma larga en la clínica abortista después de disparar a los vehículos en el exterior de la misma, según relatos de testigos a la prensa local. A las cuatro de la tarde, la policía de Colorado Springs informaba de que la situación no estaba aún controlada. La portavoz de la policía local Catherine Buckley informó de que el sospechoso había disparado contra los agentes en el interior del edificio.
A esa hora aún no podía confirmar el número final de víctimas y advirtió de que los agentes investigaban también una serie de “objetos” que el atacante había dejado dentro de las oficinas, ante la posibilidad de que se tratara de explosivos. Durante esas horas de angustia, un equipo de operaciones especiales fue sacando personas de la clínica.
“Conseguimos meter agentes en el edificio”, explicó Buckley momentos después de confirmar la detención. “Pudieron gritar al sospechoso y comunicarse con él y entonces pudimos hacer que se rindiera y fuera detenido”.
Las primeras imágenes del detenido muestran a un hombre blanco de complexión fuerte, con barba blanca y gafas, en camiseta. Según la radio de la policía, citada por The Denver Post, el detenido dijo a los agentes que actuó solo. Dos horas después de la detención, el mismo diario identificó al sospechoso como Robert Lewis Dear, de 57 años, citando una fuente federal. La agencia Associated Press, citando una fuente de la investigación, confirmó el nombre y añadió que es de Carolina del Norte.
Pasadas las siete de la tarde, la policía local confirmó que había tres muertos, uno de ellos policía. «Aunque esta es una terrible tragedia, quiero recordar que habría sido peor si no fuera por la rápida intervención de las fuerzas de seguridad», dijo el alcalde de Colorado Springs.
El agente pertenecía al cuerpo de policía de la Universidad de Colorado, se llamaba Garrett Swasey y tenía 44 años, confirmó la universidad.
Colorado Springs, unos 100 kilómetros al sur de Denver, es unbastión del partido republicano no solo en Colorado sino a nivel nacional. Con una gran población de veteranos del Ejército, es la sede del mando aéreo conjunto para América del Norte. También es la sede de influyentes grupos religiosos conservadores como Focus on the Family y es uno de los centros del republicanismo cristiano. El centro de Planned Parenthood en la localidad ha sido objeto de numerosas protestas, informa Reuters, y se mudó a la dirección actual a las afueras de la ciudad recientemente.
Planned Parenthood es una organización de planificación familiar que atiende a mujeres sin recursos para pruebas de embarazo, vacunas, mamografías o abortos. La organización recibe 500 millones de dólares al año del presupuesto federal. El Partido Republicano ha convertido el aborto en una cuestión central de su campaña, hasta el punto de que el pasado octubre hicieron de la financiación federal de esta organización la piedra de toque de la negociación sobre el presupuesto, amenazando con provocar el cierre de la administración.
Recientemente, la organización ha sido atacada con horas de vídeos grabados con cámara oculta en los que unos actores se hacen pasar por personas interesadas en comprar tejidos fetales. En los debates, los candidatos republicanos a la presidencia compiten en contundencia a la hora de prometer que retirarán todos los fondos públicos federales a la organización de planificación familiar. Los gobernadores de la carrera republicana presumen de haberlo hecho ya en sus estados. La candidata Carly Fiorina, durante un debate en California, dijo a la cámara que en los vídeos con cámara oculta de Planned Parenthood se podía ver fetos vivos mientras una voz decía que había que mantenerlos con vida para “criar su cerebro”. Tal episodio no existe, según quienes han visto los videos completos.
La presidenta de Planned Parenthood en la zona, Vicki Cowart, dijo en un comunicado cuando la situación aún no se había resuelto que no estaban seguros de que la clínica fuera el objetivo del ataque o los motivos del mismo. “Compartimos la preocupación de muchos americanos de que los extremistas están creando un ambiente envenenado que alimenta el terrorismo doméstico en este país. Nunca dejaremos de proporcionar la ayuda en un ambiente seguro en la que millones de personas confían y de la que dependen”, añadió en el comunicado.
Tomado de http://internacional.elpais.com/
Source: Diciembre 2015