Ni una muerte más, Ni una mujer menos!
28 de septiembre – Día de lucha por la Despenalización del Aborto!
Dentro de exactamente 28 días, todas las feministas saldremos a las calles con nuestros pañuelos verdes a luchar por la Despenalización del aborto!
El aborto inseguro es una de las principales causas de la mortalidad en la mujer, donde se estima que se realizan 4.140.000 abortos por año, de los cuales el 95% son clandestinos e inseguros.
De las 78.000 mujeres que mueren cada año por causa de aborto en el mundo, el 13% vive en América Latina y El Caribe; o sea, más de 10.000 mueren cada año, o 28 cada día, principalmente mujeres de bajos recursos.
El debate sobre la despenalización del aborto no se puede reducir a posturas «por» o «contra». Implica reconocer que el aborto clandestino es fundamentalmente un tema de salud pública e injusticia social.
En efecto, el aborto inseguro se ha convertido en un grave problema de salud pública. Además de muertes, es causa de incontables complicaciones que dejan serias secuelas en la salud de las mujeres, incluyendo hasta la infertilidad. La falta de responsabilidad de las autoridades estatales en promover medidas de prevención y abortos seguros, obliga a los servicios de salud pública a destinar considerables recursos para tratar estas complicaciones. Y ello, sin contar el impacto en las mujeres afectadas y las familias de las víctimas mortales.
Es también un problema de justicia social, porque implica discriminación a las mujeres pobres, que no tienen posibilidades de pagar por una atención segura, la cual sí está al alcance y disposición de las mujeres con mayores recursos. Las legislaciones restrictivas nunca han impedido que las mujeres aborten; solamente obligan a que lo hagan clandestinamente, a costos exorbitantes o en pésimas condiciones. Es más, las actitudes culturales cargan la culpa del embarazo no deseado a las mujeres y dejan a los hombres libres de responsabilidad.
La despenalización del aborto tiene también implicaciones de derechos y de democracia, según señala el Llamado a la Acción 2007, de la Coordinación Regional de la Campaña: «El derecho al aborto es una cuestión de Derechos Humanos, en tanto los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes a todos los seres humanos, independiente de la nacionalidad, la raza, el sexo, las creencias, las preferencias sexuales o el status social. Las mujeres tienen derecho a decidir libre y voluntariamente sobre la maternidad». En tal sentido, la IV Conferencia Mundial de la Mujer de la ONU (Beijing, 1995) formuló la recomendación a todos los países a revisar las leyes que penalizan a las mujeres cuando se someten a abortos ilegales.
En cuanto a la democracia, el mismo documento enfatiza que «las mujeres deben ser consultadas y ser parte de las decisiones, cuestión que permanentemente ha sido ignorada en la región. La sociedad no puede continuar negando la competencia de las mujeres para definir sobre su integridad, su reproducción o su sexualidad. Enajenar en terceros su soberanía política, ha sido la práctica cotidiana de políticos, funcionarios públicos, jerarcas religiosos, legisladores y otros, que detentando autoridad, han usurpado a las mujeres su capacidad de tomar decisiones».
Fuente: http://entrerelampagos.blogspot.com
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Source: Septiembre 2010