Condenan a prisión a una joven tucumana por realizarse un aborto
Belén, de 27 años, fue condenada a 8 años de prisión por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, en una causa que inicialmente fue caratulada como «aborto».
Desde el 21 de marzo, cuando Belén acudió a al Hospital Avellaneda, de Tucumán, se desató sobre sobre ella una serie de violencias que atentan contra sus derechos mínimos elementales. Además de ser sometida a torturas por el personal médico y policial, el proceso judicial y la investigación se inician violando el secreto médico. Un mamarracho jurídico que tiene como correlato persecuciones, torturas y criminalización de una mujer, que además es pobre.
Ésta es la terrible descripción lo que tuvo que atravesar Belén cuando, ante una hemorragia, acude al hospital. Cuando la atendieron le dijeron que estaba teniendo un aborto espontáneo y Belén relata que no sabía que estaba embarazada. Luego encuentran un feto en un baño del hospital y sin realizar ningún análisis de ADN dijeron que era de ella y sin tampoco haber realizado ningún análisis en el feto plantearon que tenía una gestación de 20 semanas, según informó APA. Todo a pesar de las negativas de Belén, cuya palabra no fue tenida en cuenta.
Hace dos años que Belén está presa y ahora fue juzgada, con una pena de 8 años de cárcel bajo la carátula de homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía.
Los verdaderos responsables
Esto es similar a lo que viven miles de mujeres que no tienen acceso a una educación sexual integral, condenadas a embarazos no deseados, o que ignoran estar embarazadas, aun cuando existe una ley nacional que dictamina la obligatoriedad de la educación sexual en las escuelas. La Iglesia siempre realiza fuertes presiones para que no se aplique en las escuelas., lo que en su máxima expresión termina con nuestra libertad o nuestras vidas. Incluso, una provincia donde la implementación real del derecho a la atención del aborto no punible atraviesa muchísimos obstáculos antepuestos por la Curia, la justicia o el propio gobierno provincial de Manzur o los 12 años de Alperovich.
En este caso, fueron también los médicos los que, anteponiendo sus creencias personales, prejuzgaron a Belén y denunciaron un caso de aborto voluntario sin tener pruebas y contradiciendo su propio relato. Una mera violación del secreto profesional.
Cabe destacar que dos de los jueces que sentenciaron a Belén a 8 años de cárcel la semana pasada, Dante Ibáñez y Nestor Rafael Macoritto, son parte del tribunal que ahora tiene en sus manos la decisión de la sentencia en el caso de Ismael Lucena, caso emblemático de gatillo fácil.
Tomado de http://www.laizquierdadiario.com
Source: Abril 2016