Católicas por el Derecho a Decidir – México: 20 años de feminismo católico
En Lima. María Consuelo Mejía, la presidenta de ‘Católicas por el Derecho a Decidir’ de México, estuvo en nuestra capital para participar de la IV Conferencia Regional CLACAI – Reafirmando el legado de Cairo. Aborto Legal y Seguro. “En una región donde el catolicismo ha estado tan arraigado, es de esperar que el mensaje conservador haya moldeado de alguna manera nuestra cultura”, asegura.
-¿Cómo han sido estos 20 años de labor disidente en México, donde una religión como el cristianismo está tan arraigada?
– Eso es verdad. América Latina es una de las regiones con mayor influencia del catolicismo y ha sido ese mensaje conservador de la jerarquía católica el que ha primado durante todos estos años. Ello, de hecho, ha moldeado de alguna manera nuestra cultura en América Latina. Sin embargo, también ha sucedido que con el desarrollo de la perspectiva de Derechos Humanos, de las perspectivas feministas, de la tecnología anticonceptiva y con los cambios de posición de la mujer en la sociedad, la mayoría de la población católica latinoamericana ya no está de acuerdo con las ordenanzas de la moral sexual de la jerarquía católica.
-Digamos que este nuevo proceso marca el inicio de otra mirada hacia el catolicismo…
-Así es. Porque esta mayoría de la que estaba hablando tampoco quiere que la Iglesia ingrese en política y tome decisiones sobre ellos. Este punto de vista es mucho más acorde con los planteamientos que nosotros hacemos sobre el derecho de las mujeres a decidir, desde una perspectiva católica feminista.
-¿En qué pueden asemejarse las perspectivas católica y las feminista?
-Pues en que nosotras tenemos la perspectiva del derecho de las mujeres a decidir, porque la misma doctrina católica habla de la libertad de conciencia como la base de la decisión humana. En realidad, somos una posición dentro de la iglesia que defiende los derechos de las mujeres y los derechos sexuales y reproductivos, porque la misma doctrina católica nos permite hacerlo. En primer lugar, porque la libertad de conciencia es el valor más importante defendido por la Iglesia y cuando las mujeres toman la decisión de tomar anticonceptivos o abortar lo hacen con libertad de conciencia. En segundo lugar, porque no hay dogmas en temas de moral sexual. No es dogmática la posición educativa declarada como tal en las enseñanzas morales y, por lo tanto, los católicos y católicas tenemos derecho a usar nuestra libertad de conciencia. En tercer lugar, porque hay un principio de la misma jerarquía católica y es que la práctica de la comunidad debe ser un factor importante a tomar en cuenta.
-Y las prácticas de la comunidad exigen, totalmente, un cambio…
-Nosotras hemos hecho encuestas profesionales en varios países de América Latina. En Brasil, Colombia, Argentina, Bolivia y México, por ejemplo, los resultados nos hablan de eso. Más de la mitad de la población católica de América Latina, teniendo en cuenta que algunos países son más conservadores que otros, no está de acuerdo con estas enseñanzas. Sin embargo, no deja de ir a misa, no deja de usar los ritos católicos, no deja de creer en Dios, pero usa anticonceptivos, aborta, tiene relaciones sexuales fuera del matrimonio, defiende los derechos de gays y homosexuales y no quiere que la Iglesia se meta en política.
-La relación entre ustedes y el Vaticano ha sido tensa en ese sentido…
-No hemos tenido relación con el Vaticano más que en la ONU. Es más, hemos tenido alguna comunicación, más que alguna relación. A nivel internacional, sí, ha sido difícil y muy tensa porque las posiciones del Vaticano siempre son perjudiciales a los derechos.
-¿Ve alguna diferencia fundamental entre el Papa Francisco y los anteriores pontífices?
-Sí, muchas. La manera como está hablando del compromiso por la justicia social no solo afuera sino adentro. El cambio de estilo de vida de la jerarquía de la curia, incluso en el tema de abuso sexual, aunque todavía falta mucho, se ha reunido con las víctimas, no ha cerrado el dialogo en el tema del celibato, entre otras cosas. O sea, hay cambios muy interesantes en la forma, pero todavía no en el fondo. Hay un cambio radical mucho más cercano al Concilio Vaticano II, pero todavía en temas de moral sexual es demasiado conservador.
-¿Qué son las ‘Catolicadas’?
-El proyecto ‘Catolicadas’ muestra estas contradicciones entre lo que dice la tradición en la Iglesia, lo que dicen los obispos, y lo que estamos planteando desde una perspectiva católica feminista. Los capítulos de ‘Catolicadas’ se están pasando por televisión abierta, son 60 capítulos en Televisa, también están en YouTube, tenemos 4 millones de vistas en allí y 170 mil fans en Facebook, que están interactuando con nosotros en muchos sentidos. Es interesante la respuesta que ha tenido el proyecto. Creo que eso tiene que ver con el enojo que siente la feligresía católica contra una Iglesia que los ha coactado. Creo que han encontrado en esto una manera de expresar ese enojo y en muchos casos, también, reconciliarse.
-¿Cuál es la perspectiva de Católicas por el Derecho a Decidir, una vez cumplidos estos 20 años?
– Tenemos que continuar con este trabajo de comunicación exitosa que es ‘Catolicadas’, darle otros alcances. Seguir con el trabajo en temas de violación de los derechos humanos de las mujeres, de violación de derechos humanos dentro de la misma Iglesia, seguir con nuestros proyectos de investigación, ya estamos preparando una tercera encuesta, fortalecer nuestra relación con organismos de derechos humanos, con las organizaciones feministas, fortalecer la Red Nacional de Jóvenes por el Derecho a Decidir y seguir defendiendo con mucha fuerza el estado laico.
Source: Septiembre 2014