El embarazo infantil forzoso es 'una tortura' en América Latina, afirma ONG
El Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) consideró hoy (13 de diciembre de 2016) «alarmante» que cada año en el mundo dos millones de niñas de entre 10 y 14 años den a luz, de las cuales 60 000 casos se registran en la región, lo que se constituye «una tortura».
Cladem presentó este martes en Tegucigalpa su informe ‘Niñas madres. Embarazo y maternidad infantil forzada en América Latina y el Caribe’, que recopila datos sobre embarazos en menores de 14 años en 14 países de la región.
El informe señala que el embarazo infantil forzoso, que consiste en obligar a dar a luz a una niña menor de 14 años, aún no ha sido «visibilizado con la fuerza que amerita».
Define el embarazo infantil forzoso como la situación en que una niña de 14 años o menos «queda embarazada contra su voluntad» y es «obligada a continuar el embarazo debido a legislaciones restrictivas, presiones familiares, sociales o estatales».
Cladem enfatiza en el documento que la mayoría de los casos de embarazo infantil tienen su origen en violaciones, muchas de ellas por sus familiares, y lamenta que en muchos países, como El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, «son nulas» las posibilidades de interrumpir legalmente la gestación.
Forzar un embarazo en una menor de 14 años debe ser considerado «una tortura, un trato cruel, inhumano y degradante», debido a que constituye una violación de sus derechos humanos, dijo a EFE Leila Díaz, representante de Cladem Honduras.
Lamentó que muchas niñas embarazadas son confinadas en instituciones de salud públicas o privadas, donde pierden el contacto con su círculo familiar y quedan aisladas. Es por ello que Díaz instó a los Estados a despenalizar el aborto cuando la vida de la madre corre peligro, el feto padezca una alteración estructural congénita de carácter mortal y en los casos de violación o abuso sexual, con especial atención a los embarazos en niñas de 10 a 14 años. También pidió incorporar la educación sexual integral en las escuelas, y en el caso específico de Honduras, legalizar la venta de la píldora «del día después» a fin de reducir el embarazo temprano. Díaz aseguró además que en América Latina se deben desarrollar protocolos unificados en las distintas instancias públicas orientadas a «abordar de manera específica e integral» los casos de niñas embarazadas. Díaz señaló que es «alarmante» las altas tasas de embarazo infantil, que representa problemas de salud y personales para la niña, debido a que sus cuerpos «no están preparados» para la gestación y el parto, por lo que «corren muchos riesgos». El informe del Cladem hace hincapié en los riesgos que generan los embarazos para la salud de las niñas. El 40 % de las niñas embarazadas interrumpen sus estudios, lo cual «limitará» sus posibilidades de salir de la pobreza, enfatiza el documento. Cada año se producen en el mundo dos millones de partos de niñas menos de 14 años, una cifra que, de mantenerse la tendencia actual, llegará a tres millones en 2030, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) recopilados por Cladem. La maternidad infantil forzada exhibe «el nivel de violencia, la falta de autonomía, la discriminación y apropiación del cuerpo de las niñas» por los adultos, y muestra «la ineficacia» de las políticas estatales en la prevención de embarazos, concluye el informe de Cladem. En Latinoamérica y el Caribe, un total de 60 690 niñas menores de 14 años dieron a luz en el año 2014, según los datos oficiales de estadísticas vitales analizados por esta ONG.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la web: http://www.elcomercio.com/
Source: Diciembre 2016