Chile ejemplo de acompañamiento profesional en el parto
Por Anita Román Morra*
En mi calidad de presidenta nacional del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, me correspondió hace unos meses conocer la realidad en México, en el marco del convenio que ha firmado MILES con organizaciones de la nación del norte, a fin de conocer la realidad de la matronería, en particular de la labor que realizan nuestras colegas, que son licenciadas en enfermería y obstetricia.
Hay diferencias, que más bien se refieren a la regulación o legislación que le otorga el reconocimiento a las licenciadas obstétricas como profesionales con competencias para hacerse cargo del proceso reproductivo, nuestro interés colaborativo en este proyecto es demostrar que el éxito de las políticas públicas de salud reproductiva en Chile está basado en el rol que le asigne el Estado chileno a la matronería y que la matrona como profesional está dentro de un equipo de salud con atribuciones mínimas necesarias en normativas legales que le confieren la responsabilidad de hacerse cargo de la normalidad de este proceso teniendo en cuenta que para ella tiene los conocimientos de los procesos de anormalidad que serán los signos que prevengan el daño, siendo también su responsabilidad avisarle al médico cuando el proceso empiece a presentar las primeras señales de anormalidad.
Este trabajo conjunto que realizan los equipos de salud reproductiva son los que le han permitido a Chile tener indicadores de país desarrollado en los procesos de partería.
Por eso es importante el resultado de este convenio, que permitirá a nuestro gremio compartir conocimientos a las colegas del hermanos país de México, de manera tal de empoderarlas en el rol activo que debe tener el acompañamiento de la madre, y pasar a tener una posición más activa.
Que un país como México ponga sus ojos en el nuestro nos enorgullece como matronas y nos permite proyectar con orgullo las estadísticas que dan cuenta de la importancia de la matronería profesional.
Tenemos las cifras más bajas de Latinoamérica en cuanto a mortalidad materna y perinatal, no sólo por los más de 180 años de historia que tenemos como profesionales en Chile, sino que además por la formación académica y desarrollo profesional que tiene como elemento fundamental la incorporación y actualización permanente de contenidos de salud sexual y reproductiva, tales como, las medidas conducente para el acompañamiento y el parto respetado.
También ha sido fundamental la implementación de políticas públicas, que han promovido un trabajo de acompañamiento más permanente a las mujeres chilenas, como el programa Chile Crece Contigo, la administración por parte de matronas y matrones de métodos anticonceptivos o el postnatal de 6 meses, entre otras iniciativas.
Con México se nos abren puertas de transferencia de conocimientos inimaginables, y estamos confiadas en que esta primera colaboración será la puerta de entrada para otras acciones de fraternidad, y de intercambio profesional y académico con las colegas de ese país.