Aborto sin dogmas
No han faltado bien pensantes que han arremetido contra la ministra Bibiana Aído por decir que un feto de 13 semanas no es “un ser humano”. Según ellos, hay evidencias científicas que demuestran que sí lo es. Pero la realidad es que no sabemos nada sobre el comienzo de la vida.
Confieso que no tengo ni idea si la vida comienza en el momento de la fecundación, cuando ya hay un embrión, cuando las células se empiezan a especializar o cuando se forman los órganos nerviosos. Todo esto es enteramente opinable como la noción misma de la vida, que varía según cada científico o filósofo.
Creo que una semilla no es un manzano, lo mismo que un grupo de células tampoco es un ser humano. Pero no puedo ir mucho más allá, por lo que el aborto me parece un dilema moral, que concierne a los más íntimo de las personas.
El proyecto del Gobierno se está utilizando como arma arrojadiza contra Zapatero y ello resulta un error porque estamos ante una cuestión muy compleja, en la cual es imposible lograr un consenso social y que necesariamente debe ser regulada mediante ley.
Me molestan mucho las personas que, desde uno y otro lado, se creen poseedores de una verdad absoluta que hay que imponer a los demás. Uno puede estar muy seguro de sus creencias pero jamás puede obligar al prójimo a seguirlas.
Estoy de acuerdo en lo sustancial con el proyecto del Gobierno, basado en la filosofía de que la mujer tiene derecho a decidir. En última instancia y por reducción al absurdo, son las mujeres quienes tienen que decidir sobre la maternidad porque ello afecta a sus vidas y a sus cuerpos. Ojalá hubiera un consenso social sobre este asunto, pero como no lo hay, la iniciativa del Gobierno me parece razonable.
Pedro G. Cuartango
Fuente: elmundo.es
Source: Mayo 2009