Hondureños venden tabletas abortivas por Internet
TEGUCIGALPA.- Pedro, Rony, Alexander… Sus nombres no importan, al fin y al cabo, son falsos. Lo que sí es alarmante es que muchos de los vendedores de abortivos que anuncian sus productos en Internet indiquen ser hondureños.
Mientras los padres de familia y maestros se esfuerzan por inculcar valores morales en la juventud, estos comerciantes llegan a miles de mujeres de todas las edades, de manera discreta, rápida y masiva, para promocionar el aborto.
Valiéndose de la tecnología, hombres anónimos invitan a las hondureñas a realizar esta peligrosa práctica mediante la ingesta de pastillas que ellos se las venden con su respectivo manual de instrucciones. Aunque en nuestro país el delito del aborto se paga con cárcel, hasta la fecha no existe ningún mecanismo legal que impida a las hondureñas comprar este tipo de fármacos vía electrónica, poniendo en riesgo su vida y su salud.
La red se ha convertido en el mercado virtual de compatriotas que comercializan esta clase de medicamentos y que dejan un nombre falso, su número de celular y su correo electrónico para que las interesadas los contacten.
Para el caso, en una página de clasificados, una cibernauta catracha advierte que “la persona con el número “X” de la pastilla “X” en Honduras es un estafador; a mí me estafó con tres mil lempiras, ¡no puedo creer que se aproveche de la necesidad de las personas!
Niñas de 14 años, quinceañeras, cipotas de 17 años y sobre todo, las de 19, dejan distintos mensajes dirigidos a los vendedores. Unas dicen que quedaron embarazadas producto de una violación, otras explican que su novio las abandonó y otras sencillamente quieren deshacerse “de este problema”.
Las pastillas que causan efecto abortivo circulan en las farmacias, sin embargo, no se venden con esos fines, pues son recetadas para diversas enfermedades y sólo se adquieren con receta médica.
Estas restricciones hacen que los vendedores se aprovechen de las mujeres, cobrándoles en dólares por proporcionarles estos productos.
Nadie les garantiza a ellas que su pedido les llegará. Y nadie les puede asegurar a las empresas de encomiendas que entre sus paquetes no haya pastillas destinadas a una secreta matanza de niños.
Respeto, discreción y confidencialidad son algunas de las cualidades que ofrecen esos vendedores a las mujeres que desean comprar abortivos.
HIJOS NO DESEADOS
¿Por qué las mujeres hondureñas continúan concibiendo hijos no deseados? ¿Por qué abortan a sus bebés en vez de utilizar métodos anticonceptivos?
Una encuesta realizada por LA TRIBUNA entre mujeres capitalinas revela que el trato que reciben en algunos centros de salud, hospitales y farmacias las hace sentirse rechazadas y vistas como “mujerzuelas”.
Ser tratadas como propiedad privada del compañero de hogar en algunos centros hospitalarios fue una de las principales quejas de las mujeres entrevistadas.
“Cuando tuve mi primer hijo una enfermera del Hospital Escuela pasó tomando los nombres de las pacientes que querían esterilizarse. Yo le pedí que me anotara y me dijo que sin la autorización de mi esposo no se podía, que yo era menor de 25 años y que sólo tenía un hijo”, expresa Tania, de 23 años.
Una experiencia similar a la de Tania la vivió Marcela, de 22 años, quien manifiesta que “quise esterilizarme pero la enfermera me dijo que sin el permiso de mi marido no se podía”.
“Yo le dije que era soltera. Ella me quedó viendo mal y me preguntó: ¿Y entonces para qué quiere esterilizarse? Después se puso a gritar sobre las enfermedades de transmisión sexual y todas las pacientes me quedaron viendo”, explica Marcela.
Sin embargo, para Lorena, de 19 años, lo bochornoso es comprar condones pues su apariencia física es la de una chica de 16 años.
“Una vez fui a comprar unos condones, tenía 18 años, recuerdo que un hombre me atendió mirándome como si fuera una prostituta y me preguntó: ¿Tan chiquita y ya tenés marido?”, relata Lorena, de 19 años.
Igual le ocurrió a Karen cuando decidió ir donde el ginecólogo en un centro de salud de su colonia.
“La doctora me dijo enfrente de todos los demás pacientes: ¿Y es que ya estás teniendo relaciones sexuales? Me sentí “agüevada” porque me empezó a hacer preguntas íntimas gritando y ahí andaban unas vecinas”, manifiesta la chica de 16 años.
Otro de los factores que, según el sondeo, orilla a las mujeres jóvenes a abortar a sus hijos es la presión de sus padres y el rechazo de sus parejas.
“Si quedara embarazada mis papás me matarían, creo que preferiría abortar. Muchas amigas mías lo han hecho para que los papás no las corran de la casa”, opina Claudia, de 14 años.
Pero para María, de 32 años, el aborto depende de si la mujer cuenta o no con el amor del padre de su hijo. “Las mujeres abortan porque no tienen el apoyo de sus parejas, los hombres ahora son irresponsables. Cuando el hombre dice me voy a casar con vos la mujer tiene el hijo”, afirma.
RIESGO MORTAL
“Los condones son el método anticonceptivo menos utilizado por las hondureñas”, revela el estudio “Masculinidad y factores socioculturales asociados a la paternidad”, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el 2004.
En el 2011, o sea, siete años después, esa situación no ha cambiado. Lamentablemente, el personal de la Dirección de Medicina Forense levanta cada semana unos 32 cadáveres de niños recién nacidos, lanzados a cunetas, letrinas o basureros.
La ginecóloga de la Clínica de Madres Adolescentes del Hospital Escuela, María Concepción Díaz Alcántara, alerta a las mujeres hondureñas sobre los riesgos de auto medicarse los fármacos que se comercializan a través de Internet para producirse un aborto.
Según la profesional, el ingerir dichas tabletas no garantiza un aborto y por el contrario, pone en peligro la vida de la madre y la salud del hijo.
“No sólo porque en Internet les digan que es fácil producirse un aborto es que es sencillo”, advierte la profesional.
“Si no lo pierde va a tener malformaciones congénitas, va a tener un niño monstruoso y si lo pierde, que no crea la mujer que va a expulsar todo, pueden quedarle restos que le ocasionen una infección que le puede ocasionar incluso que ella pierda la matriz”.
“Hay otras que acuden a médicos para que les provoquen un aborto. Si el médico tiene mucha destreza puede ser que no la perfore, pero otros le pueden perforar la matriz y perderla, otras pueden tener un abdomen agudo”.
La doctora expresa que “un embarazo bien implantado no se va a perder así de fácil, hay mujeres que dicen mire, mi esposo me trató mal, me dio una patada y perdí al niño, pero ni aunque le den de patadas va a expulsar al bebé”.
Hasta la fecha, no existe en el país ningún método eficaz para prevenir ni para lograr penalizar el delito del aborto. Por si fuera poco, el Internet se ha convertido en el aliado perfecto de aquellos que no respetan el derecho a la vida y que sin escrúpulos hacen “negocio” con la muerte de miles de chiquillos que no logran nacer.
Fuente: http://www.latribuna.hn/
Source: Agosto 2011