Chafik Chraïbi: "El aborto es una realidad en Marruecos: las ricas viajan y las pobres usan hierbas"
El doctor Chafik Chraïbi, la cara más visible de la lucha contra las interrupciones clandestinas de embarazo en su país, alerta de que las mujeres sometidas a estas prácticas «nunca más volverán a disfrutar de buena salud»
Marruecos vive una época de intenso debate. En el parlamento, los partidos políticos reflexionan si es necesaria la modificación del Código Penal, una ley que aprueba la poligamia y dicta duras penas de cárcel a los homosexuales y adúlteros. En medio de esta polémica que mantiene enfrentados a los islamistas con los liberales, el Rey Mohammed V sorprendió al poner en la palestra pública un tema enterrado desde hacía más de una década: el aborto.
El pasado 15 de mayo, el monarca autorizó la modificación de la ley que hasta ahora sólo aprobaba el aborto en caso de que pusiese en peligro la vida de la madre. Ahora, las mujeres podrán contar con las condiciones médicas para interrumpir sus embarazos en caso de violación, incesto o malformación fetal.
Chafik Chraïbi es un doctor que durante 30 años ha trabajado como jefe de la Maternidad Des Orangers en Rabat, y fundador de la Asociación Marroquí de Lucha Contra el Aborto Clandestino (Amlac). Un activista perseguido por los grupos radicales ante su trabajo a favor de frenar los embarazos no deseados y el rostro más visible de la lucha por la salud de las mujeres.
Para él, esta nueva decisión marca un precedente aunque no representa un gran avance. “Es sin duda un primer paso. Hay tres nuevas situaciones que ya se contemplarán como legales para practicar la interrupción de embarazos no deseados, y eso es muy positivo porque los médicos están autorizados en brindar un marco seguro para la salud de las mujeres. Pero desafortunadamente estas tres situaciones representan sólo un 10% de los caso reales que vivimos en la sociedad marroquí”.
-El Ministerio de Justicia no revela cifras sobre el número de abortos en Marruecos. ¿Qué datos manejan las organizaciones civiles y los grupos médicos?
Las cifras oscilan entre 600 y 800 abortos diarios. Estos valores son estimativos porque es un tema secreto para el Gobierno, y para los partidos políticos. Sin embargo, son cifras que provienen de estudios muy serios hechos por universidades marroquíes, con datos de los hospitales.
-Según estos estudios, ¿Cuáles son las zonas con más repunte en casos de abortos clandestinos?
Entre Rabat y Casablanca estamos hablando de 250 a 300 abortos, mientras que Marrackech, Nador, Agadir al ser ciudades donde se potencia el turismo sexual hay muchísimos más abortos al día. Los estudios establecen que son unos 400 abortos diarios en estas zonas. Pero hasta aquí estamos hablando sólo de abortos médicos, porque luego hay aquellas interrupciones que se practican más en las zonas rurales, que son los llamados abortos tradicionales a manos de matronas o a través de la ingesta de hierbas. En resumen, puede decirse que 600 son abortos médicos y 200 son abortos tradicionales.
-Estos abortos clandestinos, ¿qué consecuencias tienen para las mujeres en Marruecos?
Las mujeres son sometidas a intervenciones nada seguras, nada higiénicas. Una mujer que se somete a un aborto en estas condiciones nunca más volverá a disfrutar de buena salud. Todo esto ha generado además un aumento en el índice de mortalidad, porque se practica cada vez más el aborto clandestino, que conlleva que no se haga en las mejores condiciones, ni con los mejores medios, ni en las mejores instalaciones. Incluso si lo hace un médico, porque éste no cuenta las condiciones mínimas a sus manos para hacer un buen trabajo. El índice de mortalidad es de 13% en madres a consecuencia del aborto. Y más grave aún es el índice de mortalidad de mujeres que se practican un aborto tradicional.
-Y las mujeres que sobreviven, ¿a qué se enfrentan a nivel legal?
A nivel social se enfrentan al desprecio de su familia y de todo su entorno. Se convierte en una mujer señalada por todos. Y lo más grave aún es que se enfrenta a una condena de cárcel como mínima de 5 años.
-También esta situación ha llevado a que cada vez más médicos sean encarcelados, ¿por qué?
Porque la ley establece que todos los implicados en el aborto deben ser sancionados. Desde la pareja de la mujer, el médico que la atiende, la enfermera, el personal del hospital y el intermediario. El encarcelamiento de los médicos ha aumentado mucho en los últimos años, por el nuevo gobierno que es islámico. Esto ha creado un enfrentamiento entre gobierno, las asociaciones de Derechos Humanos, los partidos políticos, los grupos de influencia. Hay un clima muy represivo, donde los médicos son los primeros señalados.
-En este sentido ¿usted qué represalias ha sufrido?
De los señalamientos constantes por parte de grupos radicales. Y me han cesado como jefe dela Maternidad donde he trabajado 30 años. Se trata de un sistema muy ingrato.
-Usted ha insistido que su trabajo se enfoca más en frenar los embarazos no deseados que en el aborto en sí. ¿En qué sentido?
Ya que existe el aborto, yo estoy de acuerdo en que se haga legal para que se dé en las mejores condiciones médicas para las mujeres. Pero yo soy más partidario de las políticas de anticoncepción, de que exista educación sexual, de que se utilicen medios anticonceptivos. Que la educación sexual y la anticoncepción responsable sean políticas del Estado. No estoy por el sexo y el aborto libre. Pero si después de todo se dan casos de embarazos no deseados, lo mejor es que el aborto se haga en condiciones adecuadas y así evitar más muertes.
-¿Los embarazos no deseados son el otro problema que acosa a las mujeres marroquíes?
En el informe de embarazos no deseados se refleja que las mujeres sufren una serie de daños colaterales muy devastadores. Estamos hablando de mujeres que se quitan la vida al saber que están embarazadas, de crímenes de honor en los que hermanos y padres asesinan a la mujer por estar embarazadas sin casarse. Luego está otro asunto muy serio: los bebés no deseados terminan abandonados en las calles de Marruecos o vendidos a mafias que practican el tráfico ilegal de órganos. Si legalizamos el aborto, evitaremos las muertes pero también estos suicidios, los crímenes de honor, el negocio de las mafias, la encarcelación de los médicos.
-¿Cuál es el perfil más común de las mujeres que toman la decisión de abortar?
Las mujeres abortan. El aborto es una realidad en Marruecos: las ricas viajan y las pobres usan hierbas. El problema se centra en las mujeres pobres, porque las que tienen dinero buscan un médico, o viajan a España, Francia, pero las pobres terminan haciendo el aborto tradicional que es el más dañino para sus cuerpos. El aborto al ser clandestino es más caro, algo clandestino es más costoso que si no lo es. Quien lo hace se arriesga y por eso cobra mucho. Esto va en contra de las mujeres pobres. La gente cree que quiero legalizarlo porque ganaría más dinero, pero es todo lo contrario, quiero democratizarlo en pro de las mujeres pobres.
-¿Cuál es su propuesta concreta?
El aborto en Marruecos es necesario. Hay que legalizarlo de manera formal, y aplicando la definición de salud dela Organización Mundial de la Salud (OMS), porque tiene que haber salud física, emocional y social. El aborto va a satisfacer a esos tres tipos de salud: porque la física frena la muerte de las mujeres, la emocional en caso de violación o malformación representa una muerte silenciosa para la mujer y la social es porque una mujer soltera, o con muchos hijos queda socialmente excluida, discriminada.
-Es decir, ¿usted propone que se incluya el concepto de salud a la ley?
Nada de hacer un proyecto de ley que vaya al Parlamento, es todo mucho más sencillo. Yo sólo pido al Ministro de Sanidad y al de Justicia que hagan una circular para todos los hospitales, en la que se establezca que se tienen que cumplir el concepto de salud dado por la OMS y con esto solucionamos el problema.
-¿Cuáles son sus planes a futuro?
Yo no estoy contra mi país, pero sí a favor de la salud, así que no puedo mirar a otro lado cuando las mujeres mueren en las circunstancias en las que mueren. Pues eso: seguiré trabajando.
Tomado de http://www.lavanguardia.com/
Source: Mayo 2015