Argentina: Hacia un registro público de objetores de conciencia que garantice el acceso a servicios de aborto seguro
El especialista argentino Daniel Tepaz participó de la IV Conferencia Regional CLACAI, Reafirmando el legado de Cairo. Aborto Legal y Seguro, que se realizó en Lima, Perú, los días 21 y 22 de agosto.
Tepaz viene trabajando en un registro de médicos objetores de conciencia en Santa Fe y propone uniformizar acciones en el país para que este registro sea público y de libre consulta para quienes lo requieran.
Lima, setiembre de 2014.- Que una mujer sepa si el médico al que acude en caso de requerir un servicio de aborto seguro es un objetor de conciencia o no; es decir, si por alguna razón religiosa, ética u otra el médico se opone a brindar este servicio de salud, es un derecho que debería estar garantizado por todos los mecanismos del Estado.
Así lo afirma Daniel Tepaz, médico ginecólogo y obstetra argentino, que viene trabajando en la elaboración de un registro de médicos objetores de conciencia en la provincia argentina de Santa Fe. Hasta el momento, su investigación ha revelado las verdaderas razones por las que los médicos se oponen a brindar un servicio de aborto seguro a las pacientes que lo necesitan, que no son precisamente razones éticas o religiosas. Tepaz estuvo en Lima para participar de la IV Conferencia CLACAI, Reafirmando el legado de Cairo. Aborto Legal y Seguro, que se realizó en Lima el 21 y 22 de agosto.
“La objeción de conciencia es un tema trabajado de manera muy dispar en todo el territorio de Argentina. Si bien está contemplada dentro de la Constitución, relacionada a la libertad de culto, en los últimos años ha sido asociada a temas sobre salud reproductiva y sexual, y totalmente asociada al aborto”, explica el especialista. “En ese sentido, la objeción de conciencia ha sido utilizada por los médicos como un recurso para no brindar servicios de aborto seguro, en la mayoría de casos por evitar el estigma, por comodidad o desconocimiento”, asegura.
Para ser objetor de conciencia –explica el especialista– el médico tiene que justificar, demostrar fehacientemente que la práctica de aborto seguro daña o contradice profundamente sus convicciones éticas, morales o religiosas. “La provincia de Santa Fe tiene 4 millones de habitantes y cerca de 10 mil profesionales de salud. Esperábamos que la mayor parte de los objetores de conciencia argumentara razones religiosas, pero la realidad fue más desgarradora. Encontramos que la causa principal era un ‘efecto contagio’; es decir, el concepto de que porque otros médicos se decían objetores ellos también podían serlo. También encontramos que, en comunidades más conservadoras, existía el temor del médico a aparecer bajo el estigma del ‘abortero’. Finalmente, encontramos el tema de la comodidad, ellos pensaban que si era posible no hacerlo, pues preferían no hacerlo y evitarse complicaciones”, indica Daniel Tepaz sobre su labor cara a cara con distintos profesionales médicos.
Los resultados: 400 profesionales presentaron sus declaraciones juradas para convertirse formalmente en objetores de conciencia. De ese total de declaraciones, solo fueron aceptadas 136. Es decir, solo 136 personas pudieron demostrar y validar que la práctica de aborto seguro atentaba profundamente sus convicciones.
Registro debe ser público
De esa manera, la propuesta en la que trabaja Daniel Tepaz plantea, en primer lugar, que se uniformice para todo el país el mecanismo de elaboración del registro de objetores de conciencia; y en segundo lugar, que este registro sea de carácter público.
“Cuando hablamos de derechos sexuales y reproductivos debemos tener en cuenta, primero, que no existe una validación estricta de las justificaciones de los objetores de conciencia y, segundo, que los nombres de los objetores no están publicados en ningún lugar, lo que origina que la paciente no sepa si está frente a alguien que le va a brindar el servicio de salud que necesita o frente a alguien que va a tratar de influir en su decisión, en su autonomía”, explica el especialista. En la experiencia de Santa Fe, comenta, lo que estamos haciendo es que si se detecta que un profesional médico ha prolongado la prestación de su servicio o tomado un camino más largo que el que la ley indica, este médico sea sancionado.
Del mismo modo, se propone que la objeción de conciencia sea consecuente tanto en el subsector público como en el privado. “Además, ha pasado en Santa Fe que si se detecta que el médico se opone a realizar esta práctica en el subsector público, pero sí lo hace en el privado, es una causal para desvincularlo de su cargo”, explica.
CLACAI, un espacio de encuentro
Para Daniel Tepaz, la IV Conferencia Regional CLACAI es un lugar de encuentro e intercambio de experiencias “en una región donde el debate sobre salud sexual y reproductiva se torna por momentos desagradable por los grandes retrocesos o estancamientos que muestran algunos países”; sin embargo, cada vez más CLACAI se torna en un espacio en el que se puede encontrar personas que están en la misma sintonía y eso es de suma importancia para sentirnos apoyados en nuestras iniciativas, finaliza.
Source: Septiembre 2014