Estrategias para negar derechos: lecciones sobre la participación de los grupos antiderechos en el debate por la legalización del aborto en Argentina
En 2020, Argentina vivió un debate histórico en torno al derecho al aborto. El 1 de marzo de 2020, el presidente Alberto Fernández anunció que enviaría un proyecto de ley de legalización del aborto en un plazo de diez días. Sin embargo, dos días después el Ministerio de Salud de la Nación comunicó el primer caso de COVID-19 en Argentina. Fue el 17 de noviembre de 2020 cuando se envió finalmente a la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto para despenalizar y legalizar el aborto durante las primeras 14 semanas de gestación. Paralelamente, el Poder Ejecutivo envió también un proyecto de ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia (el llamado “Plan de los Mil Días”). De esta forma, Argentina inició nuevamente un debate legislativo sobre la legalización del aborto. En esta oportunidad, la discusión se dio de manera mucho más rápida que en la experiencia de 2018: el debate inició el primero de diciembre y finalizó con la sanción de la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) el día 29 del mismo mes.
Para lograr la sanción de la ley, fue fundamental la participación y visibilización política de los movimientos de mujeres y feministas y, especialmente, de la “ola verde” que se potenció tras el debate legislativo de 2018. Sin embargo, los grupos antiderechos — que se vieron fortalecidos por el rechazo del proyecto en 2018 con la formación de nuevas organizaciones, redes y articulaciones –, dieron una batalla persistente para obstaculizar la sanción de la Ley y el acceso a este derecho. Con los grupos antiderechos, conservadores y fundamentalistas más presentes que nunca en la región, resulta importante que los movimientos de mujeres y feministas trabajemos estratégicamente y de manera articulada para para contrarrestar su accionar y seguir avanzando en materia de derechos humanos de las mujeres y diversidades.
Desde REDAAS, con el apoyo de CLACAI, desarrollamos el documento Estrategias para negar derechos que revela las principales estrategias utilizadas por los grupos antiderechos durante el debate legislativo por la Ley de IVE en Argentina en 2020, junto con las acciones judiciales iniciadas con posterioridad a la sanción de la Ley para obstaculizar el acceso real a estos derechos. Se trata, sin embargo, de estrategias que son ampliamente utilizadas por los grupos antiderechos a nivel regional y global en relación a otros derechos, más allá del aborto. En ese sentido, el documento permite una mirada más amplia sobre el accionar de las fuerzas conservadoras y fundamentalistas opuestas a la construcción de sociedades más justas e igualitarias donde todas las personas podamos gozar de nuestros derechos libres de discriminación.
Las estrategias concretas identificadas fueron las siguientes:
- Estrategia 1. Realizar actividades para intimidar o atacar a legisladoras/es que votarían a favor de la legalización o para ejercer presión e influir en el voto de las/os “indecisas/os”, tales como escraches en domicilios de legisladoras/es, envío de cartas o uso de carteles en la vía pública con mensajes personalizados.
- Estrategia 2. Usar las redes sociales como nuevo campo de batalla para debatir ideas y también configurarlas como un lugar donde se distribuyen y viralizan fake news. Este lugar se convirtió también en una fuente informativa para periodistas y tomadoras/es de decisión.
- Estrategia 3. Hacer incidencia en el espacio público a través de manifestaciones y movilizaciones multitudinarias y federales, y el amplio uso de carteles en la vía pública con mensajes falsos pero sonoros en contra de la legalización, gracias al trabajo en redes y las colaboraciones entre organizaciones antiderechos.
- Estrategia 4. Usar diferentes estrategias discursivas para deslegitimar la legalización del aborto, tales como la reproducción de argumentos antiderechos tradicionales, la apropiación de argumentos feministas y el uso del lenguaje de los derechos humanos, el cuestionamiento de las cifras utilizadas por las/os expositoras/os a favor, la promoción de fuentes “científicas” alternativas y el uso del storytelling para generar sentimientos negativos.
- Estrategia 5. Hacer un uso repetitivo de ciertos argumentos negativos “ganadores” en el debate sobre la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso de la Nación que tuvieron más resonancia en las/os legisladoras/es y otras actores clave de la sociedad y fueron más difíciles de refutar por las personas a favor de la legalización por su carácter retorcido, hipócrita y confuso.
- Estrategia 6. Desacreditar organismos internacionales, autoridades y organizaciones de la sociedad civil vinculadas, a través del uso de teorías conspirativas y fake news, con el fin de deslegitimar el debate y la legalización del aborto.
- Estrategia 7. Iniciar acciones judiciales para obstaculizar la promulgación de la ley y su implementación, haciendo hincapié en una supuesta violación a la Constitución nacional y a los tratados de derechos humanos que Argentina ha ratificado, y aprovechándose de la fragmentación jurisdiccional propia del federalismo argentino.
En el documento, cada estrategia desplegada por los grupos antiderechos está acompañada de posibles respuestas para contrarrestarlas que pueden servir como ideas disparadoras para pensar en las distintas formas de responder a estos grupos y sus acciones. Como señaló Juan Marco Vaggione en el prólogo del documento: “Estas reflexiones sobre las contra-estrategias son partes de las lecciones aprendidas a partir del caso argentino y que pueden ser útiles para contextos donde aún la ampliación de derechos en relación al aborto está en proceso.” Esperamos que este trabajo sirva como un aporte para los debates legislativos y sociales en relación a los derechos sexuales y (no) reproductivos en los países de la región, y que el movimiento “verde” se siga fortaleciendo para que el aborto sea ley en toda América Latina.
Artículo final en el marco de la subvención otorgada por Clacai a REDAAS, ARGENTINA.